martes, diciembre 12, 2006

BUSCADOR DE OPORTUNIDAD

Los buenos ejecutivos se centran en las oportunidades en vez de los problemas. Por supuesto que a los problemas hay que enfrentarlos, no deben ser ignorados. Pero la resolución de problemas, aunque necesaria, no produce resultados, sino que previene daños.
Aprovechar las oportunidades sí produce resultados.
Ante todo, los ejecutivos eficaces toman el cambio como una oportunidad en vez de una amenaza. Observan sistemáticamente los cambios, dentro y fuera de la empresa, y se preguntan:
“¿Cómo podemos aprovechar este cambio para que sea una oportunidad para nuestra empresa?”.
En concreto, los ejecutivos examinan estas siete situaciones en busca de oportunidades:
1) un éxito o fracaso inesperado en la empresa, en un competidor o en el sector

2) una brecha entre lo que se hace y lo que podría hacerse en un proceso, producto, servicio o mercado (por ejemplo, en el siglo 19 la industria del papel utilizaba 10% de cada árbol que podía transformarse en pulpa de papel, e ignoraba totalmente las posibilidades del 90% restante, que se desechaba)
3) una innovación en un proceso, producto o servicio, ya sea dentro o fuera de la empresa o del sector
4) cambios en la estructura del sector y del mercado
5) datos demográficos
6) cambios de disposición mental, valores, percepción, estados de ánimo o significado
7) nuevos conocimientos o una nueva tecnología
Los ejecutivos eficaces también se aseguran de que los problemas no ahoguen las oportunidades, asi en la mayoría de las empresas, la primera página del informe mensual de la dirección contiene la lista de los problemas clave. Es mucho más sensato mostrar la lista de oportunidades en la primera página y dejar los problemas para la segunda.
A menos que haya una verdadera catástrofe, en las reuniones de dirección no se abordan los problemas hasta que no se hayan analizado y tratado debidamente las oportunidades.
La asignación del personal es otro aspecto importante del ejecutivo que enfoca las oportunidades.
Los ejecutivos eficaces asignan a sus mejores personas a las oportunidades y no a los problemas.
Una manera de asignar personal según las oportunidades es pedirles a los miembros del grupo directivo que cada semestre preparen dos listas: una de oportunidades para toda la empresa y otra con las personas de mayor desempeño en la empresa. Las listas se analizan y luego se fusionan en dos listas principales, de modo de hacer coincidir a las mejores personas con las mejores oportunidades.
En Japón, por cierto, esta tarea es considerada una de las principales funciones del área de recursos humanos en las grandes corporaciones o agencias gubernamentales.
Esta práctica es una de las fortalezas clave de las empresas japonesas.

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